Bernardo Javier GARCIA MEDINA.

La suerte del ex gobernador Duarte Jáques está echada.

Ya libró la mayoría de las acusaciones en su contra, la reclusión del lado americano, se defiende de los procesos fincados en la administración de Javier Corral y ahora, y ahora, como trata de librar su reclusión con muchas enfermedades que según su defensa, ponen en riesgo su vida.

Según sus defensores, el ex mandatario padece pequeña obesidad, es hipertenso, tiene secuelas de hipercolesterolomía, una enfermedad arterial coronaria y consecuentemente un síndrome coronario crónico, angina de Esfuerzo e Isquemia moderada.

Todo ello apoyado con partes y estudios médicos, presentados ante las instancias que llevan su proceso en contra y que impidieron su asistencia en la diligencia intermedia el pasado lunes.

El detenido ahora recluido en un hospital en Chihuahua capital, padece molestias o dolor en el pecho por el grado de estrés por su encarcelamiento.

Así como el diagnóstico de la angina es por una deficiente circulación en sus vasos sanguíneos;

El parte médico aportado por la defensa de Duarte, puntualiza que la isquemia miocárdica se da cuando el flujo sanguíneo al corazón se reduce, lo que impide que el músculo cardíaco reciba suficiente oxígeno.

Y la reducción del flujo sanguíneo generalmente se produce debido a una obstrucción parcial o total de las arterias del corazón.

La hipertensión es la presión arterial alta y es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo; mientras que la enfermedad de las arterias coronarias (EAC) consiste en la formación de placas ateroescleróticas en las arterias epicárdicas, que puede conducir a su estenosis y oclusión.

El colesterol alto o hipercolesterolemia es una elevación de los niveles de colesterol en sangre por encima del rango de valores que se considera “ideal” u “óptimo”.