Que Ismael “El Mayo” Zambada” y Joaquín Guzmán López se encuentren bajo custodia representa un duro golpe para frenar el tráfico de drogas sintéticas, tales como el fentanilo y sus precursores. Este hecho refrenda nuestro compromiso compartido para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de nuestros pueblos.
Estos significativos hechos reafirman que quienes busquen envenenar a nuestras naciones con el flagelo del fentanilo rendirán cuentas ante la justicia. Sobre los hallazgos, puedo ahondar lo siguiente:
Joaquín Guzmán se entregó de manera voluntaria.
La evidencia al momento de llegar indica que El Mayo fue llevado contra su voluntad.
No se utilizaron recursos estadounidenses en la rendición. No fue nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente.
No se presentó ningún plan de vuelo ante las autoridades estadounidenses. Estamos en el entendido que el vuelo inició en Sinaloa y aterrizó en Santa Teresa, Nuevo México.
El piloto no era un empleado ni fue contratado por el Gobierno de los Estados Unidos, ni algún ciudadano estadounidense.
Esto representa una victoria grande para ambos países. Es el resultado de un trabajo muy definido y basado en los principios del respeto a nuestras soberanías y que hacemos este trabajo como socios.
Estos arrestos se suman a otros, tales como los de Rafael Caro Quintero, Ovidio “El Ratón” Guzmán y Néstor Isidro Pérez “El Nini” y de otros más. La cooperación como socios entre nuestros países nos han permitido asestar estos golpes certeros y otros más. Continuaremos colaborando con respeto a nuestras soberanías bajo el Marco Bicentenario y nuestra seguridad compartida.