Al corte del 30 de mayo, la Presa La Boca posee 48.74 % de almacenamiento, mientras que Presa Cerro Prieto: un 15.67 %, y la Presa El Cuchillo un 50.58 %
La Comisión Nacional del Agua señaló que tras la precipitaciones que se registraron durante el mes de mayo, las cuencas de los Ríos San Juan y San Fernando han sido beneficiadas, lo cual ha fortalecido ligeramente el almacenamiento de agua en las presas de la zona, incluyendo las importantes presas de El Cuchillo, La Boca y Cerro Prieto, que abastecen a la Zona Metropolitana de Monterrey.
Al corte del 30 de mayo, la Presa La Boca posee 48.74 % de almacenamiento, mientras que Presa Cerro Prieto: un 15.67 %, y la Presa El Cuchillo un 50.58 %.
Luis Carlos Alatorre Cejudo, director general del OCRB señaló que las estaciones climatológicas ubicadas estratégicamente a lo largo de las cuencas del Río San Juan y San Fernando han registrado un acumulado de precipitaciones del 45.44% y 64.01%, respectivamente, por encima del promedio histórico en lo que va del transcurso del año 2023.
Cabe mencionar que, dichos datos revelan un aporte vital de agua para las cuencas y presas, lo que resulta en beneficios tangibles para el suministro de agua potable, la agricultura y el equilibrio ecológico de nuestra región.
“Las cuencas actúan como receptores y reguladores naturales de las precipitaciones, permitiendo la captación, filtración y almacenamiento de agua en las presas. En el caso de las presas El Cuchillo y La Boca, la Conagua ha establecido estaciones de medición en puntos estratégicos de las cuencas, tales como el Río Santa Catarina y el Arroyo La Chueca, respectivamente.
Estos puntos de monitoreo permiten medir con precisión los escurrimientos provenientes de las lluvias, los cuales alimentan directamente a las presas”, reiteró
En el caso de la presa Cerro Prieto, ubicada en la cuenca del Río San Fernando, la cual tiene un papel significativo en el almacenamiento de agua para la Zona Metropolitana de Monterrey, se han establecido estaciones climatológicas para medir las láminas de precipitación, y los escurrimientos del cauce principal del Río San Juan en el Municipio de Ramones, antes de ingresar al embalse.
En cuanto a los escurrimientos en las presas, enfatizó que se han observado ingresos de agua en la presa Cerro Prieto que superan en un 16.61% el promedio histórico en lo que ha transcurrido del año calendario 2023. Sin embargo, se ha registrado un déficit en la presa La Boca del 80.95% y un déficit del 5.06% en la presa El Cuchillo en el mismo periodo.
Puntualizó que históricamente, los meses que aportan la mayor cantidad de agua a las presas que abastecen a la Zona Metropolitana de Monterrey son de junio a noviembre, representando el 81.01% del escurrimiento medio anual, siendo septiembre el mes más abundante, con un 30.28% del escurrimiento medio anual.
El funcionario federal explicó que existen múltiples variables que influyen en la generación de escurrimientos en una cuenca, tales como: la lámina de precipitación, los tipos de suelo, los usos de suelo, la temperatura, la frecuencia en que se presenten las lluvias, , la región de la cuenca en donde se concentran las precipitaciones, entre otros factores, como el cambio climático, que también afecta la disponibilidad de agua en nuestras regiones.
Informó que en el caso de las cuencas del Río San Juan y San Fernando, las lluvias de este año se han concentrado principalmente en la zona media y baja, aunque históricamente se han registrado los mayores escurrimientos en las zonas serranas y montañosas.
Comentó que la Conagua realiza un seguimiento diario de las variables hidroclimatológicas, incluyendo los escurrimientos generados por las precipitaciones, con el objetivo de medir y proporcionar información precisa sobre el uso y disponibilidad del agua posterior a las lluvias.
“Es importante destacar que el monitoreo continuo permite tomar decisiones informadas y adoptar medidas adecuadas para garantizar el manejo sostenible de nuestros recursos hídricos” puntualizó.
Alatorre Cejudo invitó a la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de nuestras cuencas y a adoptar prácticas responsables en el uso del agua.
“Pequeñas acciones individuales, como el consumo consciente y la implementación de medidas de conservación, pueden marcar una gran diferencia en la preservación de nuestros recursos hídricos” concluyó.