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Trump presionará por Sector Automotriz
EnVivo Noticias/El Universal
Un segundo mandato presidencial de Donald Trump representa una inminente renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, ya que la reforma judicial y la eliminación de los órganos autónomos afecta a nueve capítulos de ese acuerdo.
Esto será aprovechado por la próxima administración estadounidense para abrir el capítulo automotriz y obtener beneficios como incrementar la producción automotriz en la Unión Americana y establecer reglas más estrictas para la fabricación de vehículos, limitando las importaciones de autopartes chinas, de acuerdo con expertos.
“En su primer mandato, Trump forzó la renegociación del entonces TLCAN, sabiendo que la industria automotriz es la que le ha permitido a México tener un superávit en la balanza comercial.
“En su análisis, si Estados Unidos tiene un déficit en la balanza comercial, es una economía débil, y de ahí su interés por renegociar el acuerdo”, dijo Jorge Molina, consultor en comercio internacional.
En su opinión, en la renegociación del T-MEC se volverá a tocar el tema del acero y aluminio, reglas particulares para la fabricación de autos eléctricos y la importación de componentes chinos.
RIESGO DE ARANCELES
Óscar Silva, socio para Norteamérica de la consultoría Roland Berger, considera que imponer aranceles de 100% ó 200% a los autos fabricados en México no es factible, pero sí lo es renegociar la regla de origen y llevar el contenido regional a un nivel más alto, aunque no se logre de la noche a la mañana, pues materiales como el acero y el aluminio no se producen en la región en cantidades que se necesitan.
“No vamos a llegar a 100% hecho en Norteamérica, porque las cadenas de suministro están en todo el mundo. Además, aunque mañana Estados Unidos hiciera uso pleno de su capacidad instalada, no es capaz de producir todos los autos que consume, por lo que seguirán siendo deficitarios en la industria automotriz”, explicó.
De acuerdo con un reporte de Roland Berger, México va a seguir siendo atractivo para atraer inversiones relacionadas con la relocalización de proyectos (nearshoring) durante el mandato de Trump, debido a los riesgos geopolíticos y el incremento de los materiales.
El costo de la mano de obra, la energía y el transporte son más baratos en México que en China.