No respetan tiempos, formas, fondo ni a la gente

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Bernardo Javier GARCIA MEDINA

Ciudad Juárez./ Vaya con los acelerados alcaldes de Chihuahua y Juárez.

Cruz Pérez Cuéllar del Movimiento de Regeneración Nacional y Marco Bonilla de la capital no han dejado de hacer actos adelantados de campaña abierta.

Pero ahora, a los dos gallos potentes de Cruz y Marco parecen haberles dado cuerda.

Lo Mismo hizo hace meses el alcalde panista de Delicias por tierras fronterizas.

Nada los para.

Uno se promociona en Parral, en Cuauhtémoc, en la sierra y le pellizca los cachetes a Marco en su territorio.

En Tanto, el alcalde albiazul hace lo propio, pateando el gallinero fronterizo en varios fines de semana al ahora alcalde morenista, ex candidato de Movimiento Ciudadano y ex dirigente estatal de Acción Nacional.

Ambos ganaron ya en dos ocasiones la alcaldía y quieren ser nominados como potenciales candidatos a la gubernatura en el 2027.

Ellos toman sus posiciones en determinadas encuestas.

Creen y se sienten con derecho a brincar a los electores, a quienes los hicieron llegar a la alcaldía, para pulir su presencia en el ánimo de los potenciales electores.

Ambos olvidan a miles de personas que no votaron por ellos, que tienen otras ideologías, formas de pensar o manifestarse como ciudadanos.

Ninguno saca calificaciones aceptables en su pobre desempeño ante la inseguridad que agobia a los ciudadanos.

Ni uno ni otro han sacado al buey de la barranca.

Ni tienen idea de como hacerlo. Tienen a jefes mediocres que solo hacen medianamente sus tareas, pero no van mas allá.Son jefes que actúan en forma reactiva.

A los dos se les ha ido de la mano el conservar las fuentes de empleo. No han sabido llegar y estar con la clase media-baja, ni han consolidado los dos, un sistema adecuado de atenciones médicas, pues se sienten cobijados por sus jefes a nivel estado y federal.

En Chihuahua se queda todo el dinero que genera Juárez. Se nota: calles limpias, ordenadas, fraccionamientos en regla, nomenclatura suficiente, clara y eficiente.

Parques, guarderías, museos, historia y modernidad van juntas, aquí en la frontera solo hay olvido, maltratos, castigos, omisiones o desparpajo.

Los dos han mostrado el músculo y el buen hacer en acarreos masivos.

Cruz primero se hizo sentir en la Cabalgata Villista en el meritito Parral.

Luego, juntando y acarreando en varias ocasiones para Amlo, para Claudia y en el mismo centro de Convenciones con su dirigencia nacional lo llenó hasta el tope con seguidores y lambiscones.

Empero, ambos panista de origen, saben, sienten que está mucho más en juego.

Cruz ha sido con mucho el mejor operador político de Acción Nacional.

Ya fue diputado local, le tocó enfrentar al tormentoso gobernador Patricio Martínez del PRI, que incluso se inclinaba mas hacia los intereses del PAN y le valió que se intentara un juicio político enfilado por el izquierdista Jaime García Chávez y curioso destino, quien lo sacó de la bronca fue César Duarte Jáques.

Cruz con Movimiento Ciudadano lo volvió a la vida en muchos lados y logró quedarse con listados y apoyos de jefes de colonias.

Lo mismo que hizo con la gente del PRI, repito, siempre ha sido el mejor operador político donde lo pongan, no podemos decir lo mismo que Marco.

Empero, ambos saben que por Cuestión de Paridad de Género, se les pueden desinflar sus ganas de ser gobernadores. Tiene a mujeres empoderadas y en los lugares para definirlo con solo tronar los dedos.

Así las cosas, ni Cruz ni Marco son o representan lo que algunos dueños de encuestadoras nos quieren hacer creer.

Primero con la gente de otros partidos, con su dirigencia nacional por apapachar a Javier Corral Jurado a quien nombró candidato al gobierno estatal.

Tiene relaciones con empresarios, ligas con gente poderosa de todos los sectores, estaba siendo tratado como el Chiple de Amlo, a pesar del pésimo papel que hizo su gallo original Loera de la Rosa, al que salvaron y dieron fuero con la actual administración.

Marco no tiene mas méritos que haber trabajado como Maru como funcionario menor cuando ella fue primero alcaldeza, luego de terminar su gestión como diputada local.

Siempre fue su fiel escudero.

Disciplinado, hombre de partido, parte integral de los Dhiacos pero sin los alcances naturales ni de Maru ni de Cruz, sin mayor arrastre tampoco y subordinado a los intereses económicos a los que está tan ligada su jefa.

Cruz también llegó al Senado, de donde brincó como castigo a la alcaldía, tras hacer su berrinche y mediante amenazas a su partido, renegó no haber sido ungido candidato al gobierno del Estado.

Cruz ha enfrentado muchos mas cosas en contra.

Sus enemigos todos pesados le dieron mucho soporte y colmillo.

Su palmarés ha sabido tejerlo fino en México con Ricardo Monreal, con Amlo, con Adiadna Montiel, pero se tiene que topar con pared con las juarenses que le pueden tumbar con la mano en la cintura sus aspiraciones a la gubernatura.

La nueva cara del morenismo; son de la frontera, bravas, solventes y con la mano fuerte de sus padrinos.