A continuación, un recuento de datos importantes que se conocen de uno de los ataques más mortíferos en EU
Associated PressAssociated Press | Un pariente de una víctima
El Paso.- Un hombre blanco que mató a 23 personas en una tienda Walmart de Texas en 2019 asiste a partir de ayer miércoles a la fase de sentencia de su juicio por un tiroteo a mansalva contra personas hispanas en la ciudad fronteriza de El Paso.
Patrick Crusius, de 24 años, recibirá múltiples cadenas perpetuas después de declararse culpable de delitos federales de odio y cargos relacionados con armas en uno de los tiroteos más mortíferos en la historia de Estados Unidos.
Aunque el Gobierno federal no buscó la pena de muerte, los fiscales de Texas mantienen su exigencia de que se le aplique la inyección letal, en un caso separado en las cortes estatales.
Los investigadores dicen que antes de que Crusius abriera fuego, publicó en línea un manifiesto racista.
La fase de sentencia podría durar varios días. Es la primera vez que los familiares de las víctimas, entre ellas mexicanos, tendrán la oportunidad de dirigirse a Crusius cara a cara.
¿Quién es Patrick Crusius?
Crusius tenía 21 años cuando, a decir de las autoridades, condujo más de 10 horas desde su casa en un suburbio de Dallas de clase alta hasta El Paso, donde abrió fuego.
Hijo de un terapeuta con licencia y una enfermera, Crusius se había matriculado como estudiante en Collin College, cerca de Dallas, y no tenía condenas penales antes del ataque. En redes sociales, el chico parecía absorto en el debate de la nación sobre la inmigración, tuiteando mensajes con el hashtag #BuildtheWall (#ConstruyamosElMuro) y publicaciones que elogiaban las políticas fronterizas de línea dura del entonces presidente Donald Trump.
Sus puntos de vista fueron más allá, al publicar en un foro de mensajes en línea un manifiesto racista unos 20 minutos antes de la masacre, en el que dijo que el tiroteo fue “en respuesta a la invasión hispana de Texas”.
En la política estadounidense, muchos republicanos han seguido usando la palabra “invasión” para referirse a los extranjeros en la frontera entre EU y México, rechazando las críticas de que esa retórica alimenta la violencia y las opiniones antiinmigrantes.
El tiroteo
Los fiscales dicen que el ataque, el 3 de agosto de 2019, comenzó en el estacionamiento en una tienda Walmart que es frecuentada por compradores de México y EU. Al acercarse a la tienda, Crusius abrió fuego contra los participantes de una recaudación de fondos para un equipo femenino de futbol.
Ya dentro de la tienda, Crusius continuó disparando con un rifle tipo AK-47, acorralando a varios compradores en un banco cerca de la entrada, matando a nueve. Luego siguió baleando en la zona de cajeros y a las personas en los pasillos.
Crusius fue detenido poco después del ataque en una intersección, confesando haber sido el autor de la masacre a los agentes que lo detuvieron, según la las autoridades.
Más de una veintena de personas resultaron heridas y muchas otras quedaron traumatizadas gravemente luego de haberse escondido o huido.
Las víctimas
Los que murieron tenían distintas edades, desde un atleta de secundaria de 15 años hasta adultos mayores.
Incluían inmigrantes, un jubilado conductor de autobús urbano, maestros, trabajadores de oficios –entre ellos un extrabajador del hierro– y varios ciudadanos mexicanos que habían cruzado la frontera con Estados Unidos para hacer sus compras de rutina. Los testigos relataron momentos de terror, angustia y heroísmo.
Un bebé llamado Paul Anchondo sobrevivió por poco, con una mano rota, pero sus padres fueron asesinados. Los familiares atribuyen a la madre, Jordan Anchondo, haber usado su cuerpo como escudo para proteger al bebé.
David Johnson, de 63 años, falleció después de empujar a su esposa y a su nieta de 9 años debajo de un mostrador. La mujer y el niño sobrevivieron.
El funeral de una víctima, Margie Reckard, de 63 años, atrajo a miles después de que su viudo anunciara que le quedaban pocos parientes vivos e invitó a todos lo que lo desearan.
Caso de prueba
La fase de sentencia tiene lugar en medio de los intentos del Departamento de Justicia (DOJ), bajo la Presidencia de Joe Biden, de identificar más activamente los delitos motivados por el odio y obtener resultados significativos en los casos más notorios.
El ataque al Walmart de 2019 es el más mortífero de una decena de tiroteos a mansalva en Estados Unidos relacionados con crímenes de odio desde 2006, según una base de datos de masacres en el país compilada por The Associated Press, USA Today y la Universidad Northeastern.
Crusius acordó en febrero aceptar hasta 90 cadenas perpetuas consecutivas, evitando con ello la posible pena de muerte por cargos de emplear un arma de fuego en un delito violento capaz de ocasionar muertes. Las condenas asociadas por delitos de odio contra Crusius no conllevan la pena de muerte.
Los fiscales federales no han explicado formalmente su decisión, pero han dicho que Crusius padecía un trastorno esquizoafectivo que puede estar marcado por alucinaciones, delirios y cambios de estado de ánimo.
Adria González, de 41 años, una nativa de El Paso que sobrevivió al ataque del Walmart mientras ayudaba a los compradores aterrorizados a salir, dice temer que la cadena perpetua no sea suficiente para frenar otros ataques racistas contra latinos. “No es sólo él. Hay otras personas, otros grupos que podrían hacernos daño”, afirmó.
¿Qué sigue?
Crusius aún enfrenta cargos de asesinato capital en un tribunal del Estado de Texas y podría recibir la pena de muerte.
No queda claro cuándo procederá ese caso. En noviembre, la exfiscal de Distrito del Condado de El Paso renunció debido a las crecientes críticas sobre su desempeño en el trabajo, que incluyeron señalamientos de que varios problemas en su oficina estaban retrasando el caso de Crusius.