Luego de que el IMSS-Bienestar absorbiera las funciones del extinto Insabi, que es atender a poco más de 66 millones de mexicanos sin seguridad social, trabajadores de la salud, principalmente los del gremio de enfermería, levantaron la voz contra la “precarización laboral” que ahora padecen,
pues denuncian que el gobierno federal los trata como “mano de obra barata”, como ocurrió durante la emergencia sanitaria detonada por el covid-19.
Entre sus principales demandas destacan ajustar salarios y categorías como los que tienen los empleados de la Secretaría de Salud, donde la remuneración es mayor.
Luego de absorber las funciones del fracasado y extinto Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) –otrora organismo estrella del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de salud–, el IMSS-Bienestar realizará sus labores sustentado en una “fuerte precarización laboral” de sus trabajadores de la salud,
a quienes les bajó ilegalmente su “salario tabular” y sus “categorías profesionales”, a fin de usarlos como “mano de obra barata” para poder atender a los 66.4 millones de mexicanos sin seguridad socia
Esta arbitraria medida laboral ya empieza a generar airadas protestas de los trabajadores del sector, principalmente del gremio de la enfermería, quienes le exigen al IMSS-Bienestar –entre otras demandas– ajustarse a los salarios y categorías que tienen los empleados de la Secretaría de Salud, quienes están mejor pagados, bajo el argumento de “a trabajo igual, salario igual”, estipulado en el artículo 123 constitucional.
Fabián Infante Valdez, uno de los principales líderes de la Unión Nacional de Enfermería Mexicana (UNEM), la cual encabeza los actos de protesta, asegura tajante:
“Después de absorber al Insabi, el IMSS-Bienestar operará con base en una fuerte precarización laboral y a la degradación profesional de nosotros los trabajadores de la salud. Una vez más, como ya ocurrió durante la pandemia del covid-19, el gobierno nos utiliza como mano de obra barata a la que le exige alta eficiencia y cobertura.”
–¿Y en qué consiste esa precarización y degradación profesional?
–Respecto de la precarización laboral el IMSS-Bienestar les otorga a sus trabajadores salarios más bajos a los que tienen los trabajadores del mismo nivel que laboran en la Secretaría de Salud, de acuerdo a su tabulador salarial que acaba de darse a conocer.
“Y respecto de la degradación profesional, en el mismo tabulador desaparecen algunas profesiones, como es la licenciatura y los posgrados en enfermería.
Así, a quienes tienen estas carreras universitarias ya no se las reconocen, colocándolos en categorías inferiores con el objeto de pagarles salarios más bajos a los que les corresponden.”
Para ejemplificar sus argumentos, Infante Valdez señala que la Secretaría de Salud reconoce en su tabulador tres categorías de “médicos generales”: los de la categoría A, con un salario de 19 mil 483 pesos mensuales; los de la B, quienes ganan 20 mil 140 pesos; y finalmente los médicos generales categoría C, con un sueldo de 22 mil 99 pesos al mes.
En cambio, el IMSS-Bienestar tiene en su tabulador únicamente una categoría de “médico general”, asignándole un salario de 19 mil 483 pesos mensuales, que corresponde al sueldo más bajo de los médicos generales de la Secretaría de Salud.
Y respecto de los “médicos especialistas”, en la Secretaría de Salud hay tres categorías: el médico especialista A, con un salario de 22 mil 610 pesos mensuales; el de la categoría B, quien gana 23 mil 888 pesos; y el médico especialista categoría C, con un salario de 26 mil 898 pesos al mes.
En contraste, el IMSS-Bienestar sólo reconoce una categoría de “médico especialista”, a la que le asigna un sueldo de 22 mil 610 pesos mensuales, el cual nuevamente corresponde al salario más bajo que ganan los médicos especialistas en la Secretaría de Salud.