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Envivojrz/El Universal
En 2022, el valor económico de las tareas del hogar y de cuidados ascendió a 7.2 billones de pesos, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que mide el valor económico del trabajo no remunerado en México, calculando cuánto costarían las horas que destinan las familias a las labores del hogar y de cuidados si se asociaran con un salario.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó algunos de esos datos con el objetivo de dimensionar y visibilizar la aportación que hacen los hogares,
en especial las mujeres, a la economía del país.
Destaca que las mujeres aportan más valor económico que los hombres por el tiempo que dedican a estas labores.
Señaló que el valor económico del trabajo no remunerado a nivel nacional equivale a 24% del PIB de México, es decir, a uno de cuatro pesos generados por la economía mexicana en 2022.
Ese monto supera el valor de los sectores económicos más grandes del país como la industria manufacturera (22%) y el comercio (20%).
Destacó que son las mujeres quienes realizan la principal contribución económica por el trabajo no remunerado, aportando 2.6 veces más valor económico que los hombres.
Esto debido a que del tiempo total destinado al trabajo –remunerado y no remunerado– a la semana, ellas dedican 63% a estas actividades sin remuneración, proporción que disminuye a 27% para los hombres.
¿Cuáles son las actividades no remuneradas con mayor valor económico hechas por mujeres?
El IMCO seña que entre las actividades sin remuneración realizadas por mujeres más productivas, en términos económicos, están:
Brindar cuidados, siendo una labor equivalente a 1.8 billones de pesos.
Realizar la limpieza y mantenimiento del hogar, con un valor de 1.7 billones de pesos en 2022, siendo las mujeres 2.6 más productivas en materia de limpieza que los hombres, caso contrario a las tareas de mantenimiento como reparaciones o plomería donde los hombres aportaron casi siete veces más que las mujeres.
Lo anterior demuestra que los roles de género persisten en la distribución de las labores no remuneradas, ya que los hombres tienden a realizar las actividades consideradas como “masculinas”.
Valor de las actividades no remuneradas cambia según las condiciones sociodemográficas
El instituto dirigido por Valeria Moy propone una serie de puntos para entender la manera en la que varía el valor de las labores sin paga,
dando a conocer que la entidad federativa donde se mida, el nivel de ingresos, el nivel de escolaridad y el estado civil son los principales factores para la variación de incidencia en mayor o menor medida de la desigualdad del desempeño de actividades por género.
Morelos, Tlaxcala, Zacatecas y Puebla son las entidades donde las mujeres aportan al menos tres veces más valor económico que los hombres, lo que los posiciona como los estados con la mayor desigualdad de género en el trabajo no remunerado.
Por otro lado, respecto al nivel de ingresos, el IMCO indica que en promedio, una mujer que pertenece a un hogar del primer decil de ingresos genera 85 mil 725 pesos por el trabajo no remunerado que realiza en comparación con 69 mil 892 pesos en el caso de una mujer en el decil 10 de ingresos.
Es decir, una mujer en el primer decil aporta 23% más valor económico por estas labores que una mujer en el último decil de ingresos.
En el caso de los hombres, el valor económico se mantiene relativamente constante, independientemente del decil de ingresos al que pertenecen.
Esto sugiere que, en la medida en que las mujeres dedican menos horas a labores no remuneradas, los ingresos de su hogar tienden a mejorar.
Como indicador de la tercera variable mencionada para entender el comportamiento del valor del trabajo no remunerado, el Instituto marca que en el caso de las mujeres, el nivel de escolaridad no parece ser una característica determinante en la contribución del trabajo no remunerado,
ya que una mujer con primaria incompleta aporta 4% más valor económico que una mujer con primaria completa, pero 22% menos que una mujer con secundaria completa.
Por último, los datos de análisis del IMCO dejan ver como mujeres casadas realizan la mayor proporción del trabajo no remunerado en México, aportando el doble de valor económico per cápita que las mujeres solteras y el triple que los hombres casados.
En promedio, una mujer casada aporta un valor económico de 96 mil 159 pesos, 66% más que los hombres casados (33 mil 159 pesos).
La brecha de género es menor cuando se comparan ambos grupos de personas solteras, pero aun así una mujer soltera aporta 40% más valor económico por las tareas no remuneradas que un hombre soltero, lo que equivale a una diferencia de alrededor de 18 mil pesos.