Organizaciones indígenas y sociedad civil adheridas al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
CIUDAD DE MÉXICO.-Organizaciones indígenas y sociedad civil adheridas al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se concentraron ayer en el Ángel de la Independencia para marchar al Zócalo capitalino, como parte de la acción global en contra de los ataques paramilitares en territorio zapatista de Chiapas y otros puntos de la entidad.
Mujeres otomíes del Consejo Nacional Indígena (CNI) encabezaban la manifestación con carteles en los que se podía leer “Alto a la guerra contra el EZLN“. Con el puño en alto, las manifestantes avanzaban gritando consignas.
Entre la multitud se podía escuchar: “¡Chiapas, Chiapas no es cuartel, fuera Ejército!”, “
¡Alto a la militarización, democracia, libertad y justicia!”, “¡Otro mundo es posible!” y “¡Esta lucha es por la vida!”.
Entre los manifestantes se encontraban miembros de poblaciones indígenas triquis, otomíes y mazatecas, así como de algunas comunidades de Milpa Alta.
La protesta se acompañó con expresiones culturales, como batucadas y algunas canciones interpretadas por el exintegrante de la banda Botellita de Jerez, Francisco Barrios, quien exclamó:
“Vamos a gritar fuerte por los zapatistas”, al tiempo que se colocaba un paliacate en el cuello con la leyenda: “EZLN“.
En una camioneta destacaba una imagen paramilitar con las siglas “ORCAO”, que, de acuerdo con las organizaciones, es uno de los grupos paramilitares que han atacado a los zapatistas.
Al llegar a la plancha del Zócalo, los manifestantes lanzaban consignas sobre un templete instalado al exterior de Palacio Nacional.
Posteriormente externaron sus demandas, entre ellas, cese al fuego en la región, alto a los ataques contra las comunidades autónomas tras la agresión de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), en Moisés Gandhi el pasado 22 de mayo, castigo para los autores intelectuales y materiales de estos hechos, así como el desmantelamiento de los grupos armados que mantienen activa y en crecimiento, dijeron, la guerra contra los militantes zapatistas.